ADIOS DON IGNACIO LÓPEZ TARSO

 

Hoy se cerró al telón para el primer actor don Ignacio López Tarso, quien falleció a los 98 años, después de una crisis de salud, que lo llevó a estar varios días hospitalizado, sin embargo, no hereda un gran legado en cine, teatro y televisión

El primer actor, deja un legado de más de 7 décadas de actuación, que iniciaron con sus estudios en Bellas Artes y luego de tomar un personaje que inicialmente no era para él, pero el destino lo puso en sus manos “Macario”, una cinta que cimento la carrera cinematográfica de un hombre que amaba los escenarios y que, a la parte con el cine, teatro y la televisión dio vida a los grandes clásico de la literatura cómo todo un gran maestro

Tuve la oportunidad de conversar en tres ocasiones con él y la entrevista se iba entretejiendo con sus recuerdos de sus amigos, sus vivencias, de su trabajo, por más que estuviera cansado, siempre tuvo unos minutos para los medios de comunicación.

Con esa voz fuerte, viril contestaba la primera pregunta y lo demás corría de su cuenta, mientras la grabadora seguía y seguía captando su voz por una hora o más, era imposible pararlo, pues hacia nuestra mente se imaginará: el set cinematográfico, el escenario de los más grandes teatros donde él se movía como pez en agua o los estudios de grabación de sus telenovelas, programas unitarios y noticieros a los que le invitaba pera entrevistarlo, era un deleite escucharlo.

Considerado uno de los más importantes de la escena mexicana del siglo XX. Ignacio López Tarso estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, e inició su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo.

Formar parte de la compañía de Teatro Clásico de México, con la que interpretó un repertorio de obras del teatro clásico español, como La Celestina de Fernando de Rojas, y “Las mocedades del Cid” Guillén de Castro. Encarnando al soberano azteca “Moctezuma Xocoyotzin en Moctezuma II, de Sergio Magaña.

Se convirtió en un actor imprescindible en las obras del dramaturgo Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández y Sergio Magaña, y en los montajes del director teatral de origen japonés Seki Sano.

Pilar de la época del Cine de Oro actuando al lado de María Félix, Dolores del Rio, encarnando a Francisco Gabilondo “Cri Cri”, se fue formando con grandes directores y actores tiendo como amigos a Sergio Corona, Manuel “Loco” Valdez, Xavier López Chabelo.

Trabajó en #Las Brujas de Salem de Artur Liller, en Prueba de Fuego, Enrique IV de Luigi Pirandello y El rey se mere de Eugéne Ionesco. En cine en los clásicos de Nasin de Luis Buñuel; Juan Galle de Miguel Zacarias, o Tarahumara de Luis Alcoriza, Macario”, “El Gallo de Oro” y La vida inútil   de Pito Pérez.

Ganó en dos ocasiones el Premio Golden Gate al mejor actor, la primera por su trabajo en “El hombre de papel” (1963), de Ismael Rodríguez.

En los años 70 y 80 participó en varias series históricas de televisión, como “El derecho de nacer” (1981) o “Senda de Gloria” (1987), ambientadas en la Revolución Mexicana y en televisión apadrino a tantos actores con quienes compartió la escena como en “Peregrina” donde avaló el debuto estelar de África Zabala donde él interpreto a Baltazar “Tontón”, lo importante para el más que el personaje, esta estar actuando.

Junto con su familia vivió en diferentes lugares del país desde Valle de Bravo, Temascalcingo…pero el era originario del Distrito Federal, hoy ciudad de México.

Se fue de mojado a los Estados Unidos, llegó a Sargento Primero durante su servicio militar, quiso ser religioso, pero no se le dio, la vida ya le tenía preparado otro destino y ese era la actuación

Ignacio López López, mejor conocido como Ignacio López Tarso, es un actor y político nacido un 15 de mayo de 1925 en Aragón Ka Villa en la ciudad de México, hijo de don Alfonso López Bermúdez e Ignacia López Herrera, hermano de Alfonso y Marta, creció en ciudades como Veracruz, Hermosillo, Guadalajara, Estado de México. Le sobreviven su hijo Juan Ignacio Aranda, sus hijas Susana y Gabriela López su nieto Antonio Sánchez

Podríamos escribir un libro con los trabajos, las anécdotas, las vivencias de don Ignacio López Tarso, quien hoy al abandonar la clínica de la ANDA, salió como todo un SEÑOR en una lujosa carrosa antigua, digna de un hombre que nos hizo pensar, reír, sufrir y disfrutar de su actuación, Este es mi humilde homenaje al actor que con su fuerte voz me intimidaba y después me conquistaba con su don de gente. Qué en Paz Descanse don Ignacio López Tarso.

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