UNA RETROSPECTIVA DE NICOLÁS DE STAÉL

Se presenta en el Centre Pompidou de Málaga. La exposición Nicolás de Staël, recorre la trayectoria del artista a través de una selección de 25 obras, incluidas 9 pinturas y 16 obras en papel. Esas son el fondo completo que conserva el Centre Pompidou.

Debido a la pandemia de Covi 19 las visitas son controladas y se realizan todas las medidas de seguridad; además que han reducido el horario para adaptarse a las medidas de reducción de movilidad impuestas por las autoridades gubernamentales.

Los visitantes pueden apreciar el desarrollo pictórico del artista ruso, quien nació en San Petersburgo en 1914 y murió 1955. La retrospectiva propone un recorrido por la carrera del artista en cuatro secuencias. El primer periodo tiene lugar entre 1946 y 1948 y muestra las obras pintadas y dibujadas del artista que, por aquel entonces, estaban basadas en una abstracción austera (La Vie Dure, 1946). La siguiente sección abarca el periodo entre 1949 y 1951. En esta selección de obras se aprecia su evolución hacia una pintura en la que predominan los trazos gruesos (Les Toits, 1951-1952).

En la tercera secuencia, que transcurre entre 1952-1953, se pone de manifiesto a través de sus lienzos la vuelta del artista hacia la figuración, coincidiendo con su llegada a Antibes y el descubrimiento de la luz mediterránea en sus obras (Le Lavandou, 1952). En esta época retrata paisajes y desnudos, empleando para ello colores significativamente más vivos. También coincidió con un momento en el que la música tenía un papel significativo en su trabajo (Les Musiciens. Souvenir de Sidney Bechet, 1952-1953 y L’Ochestre, 1953).

El último de los periodos artísticos que se puede ver en esta muestra presenta sus últimas obras, que tratan de reflejar la vida en el taller (Coin d’atelier fond bleu, 1955).

La exposición ha sido comisariada por Christian Briend y Anne Lemonnier, conservador jefe y adjunta del departamento de colecciones del Musée national d’art moderne.

“Su característica obra, inicialmente de verdes y grises expresamente matéricos y posteriormente más luminosa, transitando en ese difícil equilibrio entre la figuración y la abstracción, está presente en las colecciones como el Museo Thyssen o Es Baluard, en Palma de Mallorca, que visitó en su juventud. Pero sin embargo, no son muchas las ocasiones en las que ha podido verse en España -que recorrió en bicicleta a inicios de la década de los 30- exposiciones individuales más allá de la que dedicó en 1991 en el Museo Centro de Arte Reina Sofía o más recientemente, en el 2007, en La pradera de Barcelona. En esta muestra que ahora se presenta encontraremos obras que nos permitirán conocer mejor la obra de este artista atormentado y prolifero”, indicó José María Luna director del Centro Pompidou.

“Lo que pintamos nunca es lo que vemos o creemos ver. Pintamos las mil vibraciones del golpe recibido” escribía Nicolás Staël el 3 de diciembre de 1949. Su obra, situada en el límite entre abstracción y figuración, en efecto responde a una búsqueda de la verdad, la exploración de un absoluto.

Staël conoció el exilio y se instaló a vivir en Francia en 1938. Exploró la oscuridad en sus primeros cuadros, en los que la luz fue abriéndose paso hasta alcanzar la incandescencia del color. Las obras aquí reunidas procedentes de la colección del Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Pompidou ilustra la trayectoria figurante de un artista sin parar en el arte del siglo XIX.

María Esther Beltrán Martínez
Fotos: J. Carlos Santana
Corresponsal de Málaga, España

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